Desde el seminario hasta sacerdote
El camino del sacerdocio Marcelino ingresa en el seminario menor de Verrières. Al inicio, forma parte de la pandilla alegre y no se comporta muy bien. El rector le invita a quedarse en casa y no volver al seminario. Marcelino pasa por malos momentos. Supera esta etapa con la ayuda cercana de su madre, que morirá cuando Marcelino cumpla 20 años, y orienta sus energías en función de su proyecto de vida. Lucha ardorosamente por conseguir la ciencia y la piedad. Su conducta, evaluada como regular en sexto curso, evoluciona hasta obtener la calificación de muy buena. Se le nombra vigilante de dormitorio. Este cargo intensifica su sentido de la responsabilidad y le permite sustraer horas al sueño para dedicarlas al estudio. Realiza progresos visibles en su piedad y en su acción apostólica entre los compañeros, dos de los cuales saltarán a las páginas de la historia: Juan Claudio Colin, fundador y superior general de la Sociedad de María, y Juan María Vianney, el santo cura de Ars. Anima a
Comentarios
Publicar un comentario